En esta demostración, nuestro robot humanoide aprende a manejar la fruta con una precisión muy fina: detectando diferencias sutiles y colocando cuidadosamente cada pieza en la cesta.

Imagina esto en casa: vuelves del supermercado y tu robot clasifica tranquilamente toda la fruta, colocando cada pieza en la nevera justo como debe ser. Sin duraznos magullados, sin manzanas mezcladas. Esa es la clase de habilidad detallada para la que se está entrenando esta demostración.