Hace trece años, mi administración actuó para proteger a los jóvenes que eran estadounidenses en todos los sentidos excepto uno: en papel. DACA fue un ejemplo de cómo podemos ser una nación de inmigrantes y una nación de leyes. Y es un ejemplo que vale la pena recordar hoy, cuando familias con antecedentes similares que solo quieren vivir, trabajar y apoyar a sus comunidades, están siendo demonizadas y tratadas como enemigos. Podemos arreglar nuestro sistema de inmigración roto mientras seguimos reconociendo nuestra humanidad común y tratándonos unos a otros con dignidad y respeto. De hecho, es la única forma en que alguna vez lo haremos.
55,89M