La nueva propuesta de impuesto federal sobre los jugadores en el actual proyecto de ley del Senado, a menudo denominado como el "Gran y Hermoso Proyecto de Ley", introduce cambios significativos en cómo se gravan las ganancias y pérdidas de juego: Límites en las Deducciones de Pérdidas de Juego: La versión del Senado limitaría permanentemente la deducción de pérdidas de juego al 90% de las ganancias de juego. Esto significa que tanto los jugadores ocasionales como los profesionales solo podrían deducir hasta el 90% de sus ganancias como pérdidas, en lugar de la cantidad total como se permite bajo la ley actual. Jugadores Profesionales: Para los profesionales, el total de pérdidas y gastos comerciales no podría exceder el 90% de las ganancias de juego. Por ejemplo, si un jugador profesional tuviera $500,000 en ganancias, $440,000 en pérdidas y $50,000 en gastos comerciales, tendría que pagar impuestos sobre $50,000 de ingresos, no solo sobre el neto de $10,000 como se permitía anteriormente. Efectos clave: Los jugadores ocasionales que empaten durante el año (ganancias y pérdidas iguales) ahora tendrían que pagar impuestos sobre el 10% de sus ganancias. Los jugadores profesionales serían gravados sobre un mínimo del 10% de sus ganancias, independientemente del beneficio neto real después de pérdidas y gastos comerciales. Nota: Estas disposiciones están en la versión del Senado del proyecto de ley y no están presentes en la versión de la Cámara, por lo que pueden cambiar durante el proceso legislativo. Además, hay discusiones sobre aumentar el impuesto federal sobre las apuestas de juego del 0.25% al 5%, lo que aumentaría significativamente la carga fiscal sobre cada apuesta realizada, pero esto se presenta como una opción política y no está confirmado como parte del proyecto de ley actual. Por el contrario, se ha introducido un proyecto de ley separado para derogar el impuesto federal existente del 0.25% sobre las apuestas deportivas, pero esto no está relacionado con la propuesta actual del Senado. En resumen: El nuevo proyecto de ley del Senado propone limitar las deducciones de pérdidas de juego al 90% de las ganancias, asegurando efectivamente que al menos el 10% de las ganancias de juego siempre sean gravables, un cambio significativo respecto a la ley actual donde las pérdidas pueden compensar completamente las ganancias.