La Sagrada Familia es lo más parecido a un diseño perfecto en el mundo real. Pasé un tiempo allí la semana pasada y me sentí increíblemente inspirado para canalizar un poco del genio de Gaudí en mi propio trabajo. Esta semana escribí sobre tres formas en las que me sentí inspirado.
1. Integridad: Gaudí no solo tuvo un papel en la arquitectura del edificio en sí, sino en cada detalle imaginable, desde el sitio y la ubicación, hasta la iluminación, el arte, e incluso los muebles. El software sería mejor si también lo consideráramos como un todo conectado.
2. Longevidad: Gaudí sabía que no viviría para ver la basílica completada, lo que tuvo un gran impacto en cómo la diseñó y construyó: característica por característica, en lugar de desde cero. ¿Cómo sería el software si lo construyéramos para ser un proyecto de 1000 años como el de Gaudí?
3. Integración de forma y función. Literalmente, cada elemento estético de la Sagrada Familia cumple una función estructural, y la estructura funcional, a su vez, está oculta detrás de hermosos diseños. ¿Cómo sería el software si intentáramos unir forma y función de esta manera?
Gaudí se desvió mucho de la arquitectura tradicional, asumió riesgos y creó algo verdaderamente único y especial. Estaba literalmente 100 años por delante del estado del arte y fue pionero en muchas técnicas de diseño y construcción que desde entonces se han vuelto comunes. Es uno de los mejores y más claros ejemplos de genialidad que he presenciado. Si no has estado, te animo encarecidamente a que lo visites y te tomes tu tiempo para maravillarte con la completud y la atención al detalle. No puedes evitar sentirte inspirado.
Lee todo el artículo aquí: Perfección, por @lrettig
879