1/ USAID se ha convertido en un vehículo para impulsar ideologías radicales de extrema izquierda y antiamericanas, todo a costa del contribuyente. Los problemas van mucho más allá del despilfarro, el fraude y el abuso. Socavan nuestra seguridad, promueven el extremismo y perjudican a las mismas personas a las que pretenden ayudar.
7/ Es hora de un cambio—el tipo de cambio que han traído las acciones ejecutivas del presidente Trump y las recientes acciones legislativas del Congreso. Donde sea apropiado en el futuro, la ayuda exterior debe asegurar los intereses estadounidenses, no financiar el extremismo.
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