A pesar de que los emisores de stablecoins tienen márgenes de beneficio aterradores y una fuente de ingresos muy estable basada principalmente en bonos del gobierno, tanto la anterior Regulación de Mercados de Criptoactivos de Europa como la actual Ley GENIUS de Estados Unidos prohíben a los emisores de stablecoins pagar a los tenedores cualquier forma de interés. Parece que el estado obliga a los emisores a enriquecerse sin compartir las ganancias con el pueblo; en realidad, esta restricción es un último intento de dejar un poco de dignidad a las finanzas tradicionales, representadas por los bancos, o también podría ser que las finanzas tradicionales se están reservando un último espacio, manteniendo a las stablecoins firmemente en el ámbito de los pagos y liquidaciones, amputando su capacidad de ahorro e inversión, para que las finanzas tradicionales no mueran de una manera demasiado vergonzosa.