La novia y el novio simplemente sentaron a todos y dijeron: “Está bien, amigos, sabemos que todos tienen hambre... Así que vamos a subastar el primer plato de la cena, quien lo compre será el primero en ser servido en su mesa. Los ingresos van a nuestra luna de miel de pesca en Alaska.” El plato se vendió por $1500. Brillante.

Es muy gracioso lo poco que entienden de la teoría de la mente las personas enojadas por esto. Se están poniendo en la piel de un extraño sin conexión con esta boda, en lugar de estar allí específicamente para amar y celebrar a esta pareja, rodeados de familiares y amigos.