Esta noche, Powell solo hizo un breve discurso, que solo estaba relacionado con la regulación, y no mencionó en ningún momento la política monetaria, ni respondió a los rumores de renuncia. Lo más interesante es que Bessent, en un giro inesperado, expresó su apoyo a Powell, afirmando que no hay razón para que renuncie. Esta información se combina con lo que Trump dijo ayer: no necesito que nadie me explique esto. Sé mejor que nadie lo que es bueno para el mercado y lo que es bueno para Estados Unidos. Con la personalidad de Trump, podría sentir que es muy vergonzoso que otros piensen que está siendo manipulado, lo cual no coincide con su imagen de ser inteligente, sabio y tener el control absoluto. Bessent, este viejo zorro, es muy astuto; sabe que la pérdida de los labios significa la pérdida de los dientes. Mantener a Powell a su lado no le hace daño, ya que con enemigos externos, la unidad interna puede fortalecerse, y así puede aprovechar la oportunidad para ganar confianza y obtener poder.
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