Una vez que la conciencia se convierte en tu hogar, todo se vuelve mucho más fácil. Imagina ser todo todo el tiempo. Suena absurdo, pero esa es la realidad de aquellos que se han despertado a su verdadera naturaleza. Literalmente, otro nivel de percepción, al que tan pocos humanos aspiran o incluso logran, lo cual es aún más extraño ya que es nuestra verdadera naturaleza y está justo frente a nuestra cara todo el tiempo. Buen día, mal día, quedarse en casa, ir a otro lugar, sufrimiento, alegría, joven, viejo, rico, pobre, ojos cerrados, ojos abiertos, todo pierde su importancia una vez que finalmente te das cuenta de que llevas contigo tu verdadero hogar, la conciencia, todo el tiempo.