El problema en momentos como estos es que los retrasados se vuelven más audaces porque han tenido algunas grandes victorias y de repente sienten que no pueden hacer nada mal y que poseen algún tipo de ventaja sobre los demás. Los inversores experimentados, marcados por la batalla, se sienten tontos porque creen que se han perdido el tren de la abundancia, pero nunca fue su juego desde el principio. Los estafadores están en el cielo porque nada de lo que puedan hacer o decir ahora es procesable bajo la ley, total carta blanca. Trevor Milton es ahora la víctima y se supone que debemos sentir pena por él. Los periodistas tienden a volver siempre a la "moda del mes" porque les pagan por clics y vistas y nadie quiere cuestionar profundamente lo que está sucediendo bajo la superficie. Los políticos saben que es la era del engaño y crearán, enmendarán y moldearán las leyes a su favor. Es un momento realmente extraño, muy poco tiene sentido más allá de simplemente ganar tanto dinero como puedas sin destruir y doblar demasiado tu brújula moral. Mi opinión es que devolveré tanto como pueda y cuidaré de aquellos que amo y disfrutaré de este viaje en territorio inexplorado en el que estamos a punto de entrar con la IA en el futuro previsible.