Los argentinos están sobrerrepresentados en la industria de las criptomonedas, y creo que hemos tenido una ventaja muy distintiva hasta ahora. Desde una edad temprana se nos enseña: -no confiar en el gobierno -no confiar en las instituciones financieras -evitar impuestos Estamos acostumbrados al caos y a la ingeniería financiera. En los últimos 2 años, mi café de la mañana pasó de $1 a $4.5. Los salarios aumentaron 3 veces en términos de USD en el mismo período. Al hacer una compra, el argentino promedio se enfrenta a una plétora de opciones: -pagar en efectivo y obtener un descuento de ~10% (el comerciante evita impuestos) -pagar con tarjeta de crédito y pagar a fin de mes (tu descuento es la tasa de inflación hasta la fecha de cierre de la tarjeta - pero estás utilizando tu dinero "blanco") -pagar en cuotas, con intereses (necesitas especular si la tasa de interés será menor que la tasa de inflación) Y de vez en cuando, el gobierno subsidia las compras con tarjeta de crédito de todos. Así que conceptos financieros que pueden parecer extraños para otros ciudadanos comunes en otros lugares son moneda corriente aquí. Este entorno caótico, combinado con la naturaleza oportunista de nuestra cultura, nos tiene constantemente buscando oportunidades, y al mismo tiempo siendo completamente escépticos de las estructuras del sistema. Una gran combinación para el campo minado que ha sido hasta ahora el cripto. Pero el cripto está cambiando y se está volviendo más estandarizado, más institucional. La ventaja natural que nos dio un paso adelante en el pasado ya no será cierta en el futuro. Algunos de nosotros nos preparamos para este futuro. Algunos no. Espero que esta sobrerrepresentación disminuya en el futuro. Brindaré con un mate por mis compatriotas caídos 🧉 Descargo de responsabilidad: orgulloso argentino.