Tres realidades destacadas de los últimos cinco años. 1) Un totalitarismo de nivel distópico descendió sobre la mayor parte del mundo, completo con un confinamiento solitario en casa impuesto y universal, censura extrema y la aplastante pérdida de libertad comercial y religiosa, terminando en la administración forzada de una peligrosa inyección genética/tóxica creada por el ejército y comercializada como una cura. 2) Solo un pequeño número de voces prominentes de cualquier establecimiento público o privado objetaron públicamente; aquellos que lo hicieron a menudo fueron castigados con desprestigio profesional y pérdida de empleo; hasta la fecha, nadie ha sido responsabilizado de ninguna forma. 3) La discusión abierta sobre este horror todavía se considera descortés e incluso esta publicación aún sería prohibida en la mayoría de las redes sociales convencionales.