He aprendido un poco más sobre la ciudad de Shenzhen, es bastante interesante. Parece que no he experimentado una ciudad así, la mayoría de la gente la ve como un lugar de paso, vienen a trabajar y ganar dinero por un corto tiempo. En poco tiempo, los compañeros de trabajo cambian, los vecinos cambian, y los comerciantes de abajo también cambian. Las bicicletas eléctricas y los repartidores de comida que circulan frenéticamente por la acera, si camino un poco más despacio, incluso me gritan los repartidores detrás de mí. Parece que, debido a que en la planificación inicial no se incluyeron carriles para bicicletas, se ha convertido en el problema más criticado y difícil de resolver en Shenzhen, ya que nadie puede rechazar la comida a domicilio rápida y barata. Recientemente he oído que en Shenzhen están de moda la comida de Jiangxi y Guizhou, y que no hay comida local (¿pollo con coco?), por lo que se pueden ver letreros de diversas provincias y ciudades desde el sur hasta el norte en una sola calle, es una vista muy peculiar. En resumen, Shenzhen y Hong Kong son bastante complementarios, es bastante bueno.