La seguridad y la protección no son solo palabras: son la base de una ciudad próspera. Londres debería ser una capital donde las familias, los trabajadores y los visitantes se sientan protegidos. Como alcalde, devolveré una fuerte seguridad y un liderazgo decisivo para asegurar que nuestra capital sea una vez más una ciudad en la que la gente pueda confiar, respetar y considerar segura.