Cuidado con el trader que dice: “Tendré razón... eventualmente.” Eso no es habilidad. Eso es ego. Y el ego arruina cuentas. Los profesionales no se casan con las operaciones. Cortan, se adaptan y prosperan. Deja de seguir a los obstinados. Los hábitos tóxicos son contagiosos. En los mercados, todos están equivocados. Pero solo los tontos permanecen equivocados.