El sexo comienza como un fenómeno reproductivo, pero la evolución lo modificó radicalmente en los humanos: el sexo es gratificante para nosotros cuando no somos fértiles. Es un regalo que se nos ha otorgado para un propósito profundamente importante, uno del que la mayoría de las personas no es consciente, lo que explica la disposición de tantos a comprometerlo sin pensarlo. Lo discutí con @joerogan en nuestro podcast más reciente.