Alrededor de 2018, mientras el FBI trabajaba en el caso de El Chapo, el cártel de Sinaloa contrató a un hacker para rastrear los movimientos de un alto funcionario del FBI en la Ciudad de México, según una auditoría del Departamento de Justicia recientemente publicada. Luego, el cártel usa la información para matar a posibles informantes del FBI:
66.84K