"Nuestras familias se quedan sin apoyo financiero y nuestros hijos se ven privados de unas vacaciones de verano adecuadas". Los trabajadores empleados por el contratista de Gazprom, Zapsibgazprom-Gazifikatsiya, se declararon en huelga en Vilyuchinsk ruso, quejándose de que no se les ha pagado desde marzo. Suspendieron la obra, pero ahora les dicen que la suspensión forzada "no quedará impune". Ahora, la construcción de la terminal de regasificación, valorada en 13.100 millones de rublos (39,6 millones de dólares), se ha detenido por completo. Esta gente simplemente no sabe que todo está bien: Putin ha dado órdenes para que no ocurra una recesión en Rusia.