Estados Unidos sigue siendo el país más grande de la historia del mundo. Lo que existe aquí está fuera de la norma de la historia humana. Puede que no sea perfecto, pero es lo más cerca que hemos llegado. Desafortunadamente, muy pocos estadounidenses se dan cuenta de ello y, en cambio, se enfocan en las imperfecciones hasta el punto de querer renunciar a las libertades y la prosperidad que fueron tan difíciles de ganar. La creciente ola de antiamericanismo tanto en la izquierda como en la derecha, que busca vilipendiar y destruir el mismo sistema que ha permitido tal progreso, es la mayor amenaza a la que nos enfrentamos. Hay que combatirlo con todo lo que tenemos. Esa lucha tiene que empezar con el reconocimiento de lo que hemos logrado y la gratitud por ello. En este Día de la Independencia, sigo agradecido de ser estadounidense.