El 4 de julio tiene un significado especial para mí. El asesinato de mi hermano Gary, junto con mi mejor amigo Doug y 656 amigos y colegas en Cantor Fitzgerald el 11 de septiembre de 2001, simplemente porque eran estadounidenses, no puede dejar el punto más claro. Estados Unidos es el defensor de la paz y el protector de la libertad. Muchos de los que son afortunados y bendecidos de vivir en Estados Unidos quieren destruir la libertad y buscar nuestra perdición. Son capaces de atacarnos con palabras, pancartas y protestas solo porque viven en un país que les permite la libertad de hablar. Todos los que viven en Estados Unidos y gritan "muerte a Estados Unidos" deberían irse de este país y vivir donde crean que es mejor. Esto, por supuesto, nunca sucederá porque no hay un lugar mejor para vivir que los EE. UU. Vivimos en el único país que protege al mundo, lucha por la paz y la libertad, ama la vida y la libertad, y nos permite a nosotros, los ciudadanos de Estados Unidos, elegir colectivamente a nuestro líder. Y no puedo estar más orgulloso de que nosotros, como nación, hayamos elegido a Donald J. Trump como nuestro presidente. Hoy, demos gracias por la libertad que disfrutamos todos los días y recordemos a todos aquellos que dieron sus vidas por ser estadounidenses.