Hace un año, un asesino abrió fuego contra el presidente Donald J. Trump en Butler, Pensilvania. La bala impactó, pero por la gracia de Dios, se levantó. Ensangrentado. Erguida. Y luchó más duro. El 13 de julio es un recordatorio: luchamos, vencemos y nunca nos rendimos. 🇺🇸
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