El proyecto de ley de amnistía de María Salazar no tiene esperanzas de ser aprobado. Mike Johnson no se atrevería a sacarlo a relucir. El objetivo aquí debería ser humillar públicamente a Salazar y a cada uno de sus copatrocinadores. Los legisladores republicanos deberían estar aterrorizados de tocar algo que se parezca a una amnistía en el futuro