Estamos a punto de dejar San Francisco y regresar a París. Nos ha conmovido profundamente el optimismo de la gente de aquí. Cada vez que hablábamos de nuestro gran sueño, nunca nos encontrábamos con escepticismo, solo con aliento y ofrecimientos para ayudar a hacerlo realidad. Vinimos aquí para buscar financiación para nuestro proyecto: una nueva Estatua de la Libertad y para abrir una fundición en San Francisco. Terminamos encontrando incluso más apoyo del que esperábamos. De vuelta a casa, cuando tratábamos de encontrar fondos, los banqueros nos trataban como si estuviéramos locos: algunos estaban casi listos para llamar al asilo (¡del que habíamos escapado!). Aquí, encontramos el respaldo de fondos de capital de riesgo como @1517fund y @fdotinc, junto con generosos benefactores que nos emitieron cheques sustanciales. Es una sensación extraordinaria haber descubierto esta ciudad, donde todo parece posible. Y al mismo tiempo, es desgarrador darse cuenta de lo raro que es esto en otros lugares: esta capacidad de soñar. Lo más precioso que tienes aquí es tu optimismo, tu creencia en los sueños. Podría ser la cosa más importante del mundo. Protégelo. Es increíblemente raro e increíblemente precioso. ¡Esperamos volver lo antes posible, para abrir nuestra fundición y comenzar a construir!