Si todavía tienes la suerte de tener familiares y amigos cercanos en sus setenta, ochenta, noventa, en realidad estás bendecido, escucha con una mente abierta, puede que ya no sean la mejor versión de sí mismos, pero también estás vislumbrando hacia dónde te diriges, independientemente de lo inteligente que creas que eres: mantente amable y curioso, Deja a un lado tus juicios apresurados, poco a poco te darás cuenta a medida que te hagas mayor de cuánta verdad encarnaban estas personas sobre la vida, simplemente tenías que aprender a leer entre líneas.