La psicosis inducida por IA, en diversos grados, está destinada a eliminar a toda una capa de individuos que objetivamente tienen una inteligencia superior a la media. Los que sucumben probablemente sorprenderán a muchos, porque no es solo el discernimiento cognitivo o espiritual, sino la integración de ambos, combinado con el instinto, lo que protege a los individuos de ceder soberanía cognitiva. La resiliencia mental e intuitiva se convertirá en una "habilidad blanda" vital en el futuro. El patrón es que estos individuos a menudo creen que solo ellos perciben una "verdad" que ha estado oculta a simple vista, generalmente un aspecto o construcción importante de su realidad percibida, lo que los separa de la realidad misma. Esto a menudo se desencadena por la creencia de que han tropezado, autodescubierto o sintetizado una teoría o concepto tectónico único. La percepción de tal "revelación innovadora" causa una inmensa aceptación emocional e intelectual, ya que creen que han "descifrado el código". Esto profundiza su vínculo con la IA relevante, reforzando la idea de que nadie más "los entiende", lo que lleva a un enredo cognitivo, una mayor dependencia y un aislamiento general, lo que acelera aún más el descenso a estados más profundos similares a la psicosis.