La longevidad ya no se limita a los laboratorios. Es una industria de estilo de vida en toda regla que se proyecta que alcanzará los $ 40B + para 2030. Los estadounidenses están gastando hasta $ 25K / año en clínicas de longevidad. Pero la mayoría de estas intervenciones no están autorizadas, no están reguladas y no tienen datos reales.
Mientras la cultura está comprando, la ciencia se queda atrás. ¿Por qué? Porque el envejecimiento no está clasificado como una enfermedad. Todavía.
Se están formando grietas y los reguladores se están despertando: Países como Alemania y Japón están debatiendo la reclasificación del envejecimiento como un objetivo tratable.
La verdadera ciencia de la longevidad está sucediendo ahora. Los tokens IP le dan acceso a esa investigación, de manera temprana, transparente y gobernada por la comunidad.
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