A medida que las jugadas de tesorería de activos digitales sigan llegando, el siguiente paso será que los equipos o fundadores adquieran la propiedad mayoritaria de las empresas públicas, lo que les permitirá acceder al capital institucional que invierte en sus propios tokens sin tener que cotizar públicamente sus protocolos subyacentes y estar sujetos al escrutinio de los reguladores Esto también permite que los tokens eviten ser etiquetados como un valor y aporta capital institucional a los protocolos, lo que en última instancia beneficia a los titulares de tokens sin dilución En otras palabras, el efecto volante de inercia para estos tokens comienza a agravarse
Muchos ejemplos de esto, pero uno interesante será el fundador que posee una gran mayoría de sus tokens y tiene la habilidad de ser muy estratégico
Las asociaciones oficiales con fundaciones de tokens, a pesar de que la mayoría son sin fines de lucro, también fomentarán los volantes compuestos es hora de ser como el agua
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