Como la mayoría de los estadounidenses, por quienes Randy Fine está goteando desprecio, no tengo un título universitario. No lo uso como una marca de vergüenza sino como una insignia de honor. Crecí en la pobreza y superé la depresión y el abuso de sustancias para llegar al Congreso de los Estados Unidos. A eso lo llamas fracaso. Otros lo llaman el sueño americano. Si crees que el Congreso no es un trabajo real, ¿por qué elegiste convertirte en congresista? Debes conseguir un trabajo que refleje con precisión tu mediocridad moral e intelectual.
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