La revolución de la industria de la IA es una transición de la escasez a la abundancia. Lo primero que se resuelve es la escasez de información; las empresas que hacen negocios con información escasa serán las primeras en desaparecer: motores de búsqueda, plataformas de información, redes sociales. Luego se aborda la escasez de productos, porque el producto al final es información más energía. Las empresas con ventajas competitivas en manufactura y las que son locas por la infraestructura serán eliminadas en este proceso. Al mismo tiempo, se resuelve la escasez de recursos humanos, y el valor de la existencia humana se enfrenta a un gran desafío. Lo que hoy se llama bonanza de talentos o bonanza de ingenieros será una broma en unos años. Lo único que la IA podría no resolver es la escasez de tiempo, que podría ser la fuente fundamental de la demanda de todos los negocios/servicios en el futuro, pero esto es solo una posibilidad, ya que el momento singular de las ciencias de la vida impulsado por la IA está justo frente a nosotros.