Desde los principales medios de comunicación hasta nuestros ayuntamientos, las voces están siendo aplastadas en todas partes esta semana. Si nos quedamos callados, no quedará ningún país. Depende de todos nosotros ponernos de pie. Habla. Haz oír tu voz. Eso es lo que hizo Charlie durante su último aliento, y ahora es nuestro turno.