Cada decisión en cripto es pragmatismo disfrazado de narrativa. Los "valores" que decimos defender —propiedad, alineación, descentralización— suelen ser solo envoltorios convenientes que los equipos utilizan para avanzar en sus propias agendas. En realidad, lanzar un token con esos mecanismos no tiene sentido: puedes apañarte haciendo lo mínimo indispensable y eso es exactamente lo que está pasando.