Sin oposición, los poderes de vigilancia doméstica funcionan como una brida. Solo se aprietan más. Los servicios de seguridad siempre exigen más. Pocos legisladores tienen el valor de decir 'espera, ¿esto está alineado con nuestros valores?' La mayoría calcula el riesgo profesional, por remoto que sea, de ser culpados... si algo sucediera... Y razonan: las consecuencias políticas personales por llevar a mi país hacia una distopía cuando tantos colegas votaron de la misma manera... son bastante leves.