Presenciar el hambre catastrófico y el sufrimiento de los civiles, especialmente de los niños, mujeres, enfermos y ancianos, en Gaza ha sido desgarrador. La crisis en Gaza debe ser atendida con un aumento inmediato y drástico de recursos que salven vidas, como alimentos, agua y medicinas que se necesitan desesperadamente, incluyendo alimentos terapéuticos para aquellos que sufren de desnutrición severa. Es nuestro deber moral colectivo asegurar que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan con urgencia. La estrategia de la Fundación Humanitaria de Gaza no ha funcionado. Se deben utilizar métodos probados para llevar ayuda humanitaria a quienes la necesitan mientras se previene la desviación hacia Hamas, para inundar la zona ahora. Cada momento de retraso costará vidas y causará un daño irreparable a la salud de los niños, mujeres embarazadas y otros civiles. Debemos hacer todo lo posible para abordar la crisis humanitaria en Gaza como parte de la estrategia para salvar vidas, disminuir la influencia y capacidades de Hamas, liberar a todos los rehenes restantes, fortalecer la seguridad de Israel y, en última instancia, poner fin a esta guerra. Estos objetivos no son mutuamente excluyentes, sino que van de la mano.