Su interlocutor señala que quieren lo mismo: quieren que los niños crezcan felices y saludables. La diferencia es que el hombre piensa que la castración química y el desmembramiento de su hijo, dejándolo estéril, anorgásmico y atado a una correa médica por complicaciones continuas infligidas por los médicos de por vida, es la forma de lograrlo, mientras que su interlocutor piensa que todos están mejor en cuerpos intactos que no han sido mortificados por procedimientos médicos voluntarios realizados en busca de una ilusión que nunca puede ser verdadera. La mujer que se dirige al hombre tiene razón objetivamente por razones que ofenden la inteligencia tener que recordar. Pero un consenso fabricado dentro de la medicina y la ley se alinea con el hombre mientras él dosifica a su hijo con estrógeno y celebra el crecimiento de sus senos. Un consenso fabricado generado por un fraude puro, a través de la captura institucional y el acoso institucional, cuyos contornos entendemos completamente y hemos documentado plenamente en informes presentados ante la Corte Suprema, es la base de esta auto-certidumbre arrogante del hombre mientras desestima la razón y la realidad ofrecidas de buena fe. Le dice que es un salvador justo mientras guía a su hijo por el camino hacia la castración y que aquellos que le recuerdan que es mejor permanecer en un cuerpo intacto son fascistas peligrosos y enemigos que deben ser despreciados, vilipendiados y tener sus medios de vida arruinados.

¿Qué hacemos en un mundo donde un hombre que celebra el crecimiento de los senos de su hijo inducido por hormonas exógenas no tiene sentido de la locura de su declaración, sino solo orgullo arrogante en ello y desprecio por aquellos que lo miran con incredulidad? Este es un mundo que ha sido desgarrado.

¿Y para qué? ¿Para que un culto que daña a los niños prospere y para que las personas adictas a su arrogante superioridad puedan condenar a los niños a una vida de dolor físico siempre que eso antagonice a las personas que consideran subhumanas por reconocer realidades básicas que siempre son ciertas y nunca cambiarán?

Esta madre de una adolescente identificada como trans dijo lo mismo en 2022 en una pequeña protesta contra el protocolo de afirmación única del Hospital Infantil de Boston para niños con confusión de género.