Vaya, cuando publiqué esto antes no tenía idea de cuántos de ustedes responderían tan transparentemente. Me siento honrado y privilegiado por su respuesta. No lo tomo a la ligera. Tengo oraciones por cada uno de ustedes por nombre o usuario, obviamente sin saber más de lo que mencionaron. Es un honor que tenemos como cristianos levantar las cargas de los demás ante aquel que se preocupa lo suficiente como para haber sido nuestro rescate. Me gustaría compartir mi desafío y prueba con todos ustedes -- uno que es físico, pero como todos los desafíos también es espiritual. En 1984 caí de nuestra casa junto al lago en Minnesota - 41 días en el hospital con una columna vertebral aplastada. Ahora, 41 años y cuatro cirugías mayores después, estoy perdiendo la capacidad de estar de pie y caminar. El dolor puedo manejarlo -- bueno, mayormente solo con Tylenol de extra fuerza, inyecciones periódicas y fisioterapia. Pero perder la capacidad de estar de pie en la iglesia para cantar, andar en bicicleta, jugar con mis nietos, pickleball, ayudar a mi esposa con las tareas, etc., etc., etc. -- estas son de un nivel completamente diferente. Me llevan en silla de ruedas a través de los aeropuertos y uso un andador o un scooter de movilidad para la mayoría de las cosas. No estoy enojado con el Señor. De hecho, creo que conozco a Cristo más profundamente debido a mis problemas físicos de lo que jamás lo habría conocido -- y esto es mucho más precioso para mí que cualquier cosa física. Mi desafío está en tratar de encontrar maneras en las que pueda honrarlo y experimentar más profundamente al Espíritu Santo a medida que pierdo cada vez más capacidades físicas. No estoy lejos de los 80 y tengo otras condiciones de salud subyacentes además de mi columna. Sobre todo, quiero terminar bien la vida. Quiero ser un ejemplo piadoso de sabiduría y fe para mi familia. Quiero ser un mejor esposo y padre de lo que a veces he sido. Así que, estas son las cosas con las que estoy lidiando. Pero como mencioné en mi publicación anterior en Tweet X, Cristo nos encuentra en nuestros puntos de lucha. Nuestras pruebas son cuando Cristo se presenta. Hacemos referencia a la escritura sobre cómo cuando llamamos, Él escucha. También necesitamos abrir cuando Él llama.