Pregúntate por qué se nos dice que temamos el poder de un hombre, pero se supone que debemos aceptar ciegamente no saber quién está en el poder. Hay todo un sistema diseñado para hacernos creer que los hombres peligrosos están en las portadas de las revistas, cuando aquellos que los colocan allí ejercen un poder mucho mayor y no merecido. Son titiriteros; no puedes votarlos fuera del cargo porque nunca se presentaron a un cargo. Un líder legítimo puede ser atacado. Un titiritero no puede; nunca verás su cara. Un líder legítimo se sostiene y cae por su trabajo. Un titiritero no representa nada; ni siquiera sabes su nombre. Un líder legítimo es un único punto de fallo. Un titiritero no puede ser derrocado. Derriba a uno de sus títeres y él instalará a otro. Los líderes legítimos que se preocupan por su gente son una amenaza para el dominio de los titiriteros. Deben ser comparados con tiranos porque encienden la idea de que las cosas podrían, algún día, ser diferentes.