La Universidad de Columbia se ha sometido a la Administración Trump después de tratar de hacerlo sola sin grandes cantidades de generosidad de los contribuyentes durante la friolera de 4 meses. Columbia ha acordado: -Poner fin a toda discriminación ilegal basada en la raza en la contratación y las admisiones (léase anti-blanco y anti-asiático), y someterse a una supervisión independiente para garantizar el cumplimiento. -Pagar $200 millones en multas al gobierno federal para resolver reclamos de discriminación ilegal pasada en la escuela. -Proporcionar sus datos de contratación y admisión al gobierno federal como garantía contra futuras discriminaciones ilegales. -Reducir su altísima proporción de matrícula extranjera. -Crear nuevos puestos de profesores para aumentar la diversidad intelectual. -Castigar a los perpetradores de "protestas" disruptivas e ilegales el año pasado, mientras se implementan nuevas reglas para garantizar que no vuelvan a ocurrir festivales de vandalismo ilegales y no permitidos. Si la Ivy League no puede mantener sus políticas radicales y discriminatorias, entonces el resto de las escuelas de Estados Unidos no tienen ninguna posibilidad. Adelante.