🧠 En Rusia, incluso pensar libremente se está convirtiendo en un delito Ayer, la Duma Estatal rusa aprobó una ley tan vaga y absurda que incluso el propio Putin probablemente no podría explicar cómo funciona realmente. A partir de poco más de un mes, los ciudadanos rusos se enfrentarán a: ▪️ Multas de hasta 50.000 rublos por buscar intencionalmente información "prohibida"; ▪️ Una lista negra de 500+ páginas de contenido prohibido, que se expande constantemente como una hidra kafkiana; ▪️ Riesgo de ser etiquetado como extremista solo por abrir un enlace a un sitio prohibido; ▪️ Sanciones por el uso de VPN o incluso por publicitar servicios de VPN; ▪️ Una prohibición de compartir su tarjeta SIM, porque en Rusia, su teléfono ahora pertenece al Estado, no a usted; ▪️ La amenaza de perder todos sus inicios de sesión, contraseñas, juegos en línea y suscripciones: bienvenido a la Gran Expropiación Digital. Para ser claros: "materiales extremistas" en este contexto a menudo significa verdad, especialmente si desenmascara las mentiras rusas. Si buscas periodismo independiente, fotos satelitales de las atrocidades rusas o incluso tratas de averiguar qué está ocultando tu gobierno, ahora eres un criminal. Ninguna otra dictadura ha llegado tan lejos en la criminalización del acto de buscar información en sí. Corea del Norte castiga la curiosidad, pero Rusia ahora te multa por escribir la palabra incorrecta en Google. Ya no es censura, es un castigo preventivo por intención. Y todo está envuelto en el habitual doble discurso orwelliano: dicen que es para "proteger a la sociedad". En verdad, es para garantizar que nadie se atreva a pensar por sí mismo nuevamente.