Los primeros 2 meses de mi primera misión de larga duración solo había otros 2 astronautas a bordo de la Estación Espacial. En un día típico trabajamos en diferentes tareas y experimentos, muchos de los míos en el módulo Kibo, donde con frecuencia estaba solo durante las horas de trabajo. Comíamos tres comidas al día juntos y apreciaba nuestra camaradería a bordo. Pero era fácil sentir que los tres estamos aislados del resto del mundo. Al considerar enviar astronautas en misiones a largo plazo, es importante incorporar formas de combatir estas experiencias, especialmente en situaciones en las que la comunicación terrestre será más difícil y menos frecuente.