He estado en cripto personalmente desde 2010 y profesionalmente desde 2016. Antes de eso, pasé casi una década en finanzas tradicionales. Se suponía que las criptomonedas eran diferentes. Y en muchos sentidos, lo es. Pero hay una verdad que debemos comenzar a decir en voz alta: Las criptomonedas necesitan crecer. 🧵
Este espacio siempre ha estado cargado emocionalmente. Para una generación excluida del mercado de la vivienda, agobiada por deudas y cerrada a oportunidades, las criptomonedas se sintieron como un salvavidas. Un lugar donde no necesitabas credenciales. Solo convicción. Esa energía construyó algo poderoso. Pero también frágil.
Creamos una cultura donde hacerse rico rápidamente se convirtió en la norma. Donde rotar hacia el siguiente meta de airdrop reemplazó la construcción a largo plazo. Donde los ecosistemas se sienten como casinos 24/7 y el verdadero producto es la volatilidad misma.
Nos decimos a nosotros mismos que está bien. Aún estamos a tiempo. Pero después de 15 años, parte de esto no es una experimentación en etapa temprana. Es una inmadurez que hemos aprendido a normalizar. Y nos está frenando.
Demasiados proyectos aún giran en torno a personalidades. Demasiadas comunidades castigan la disidencia y recompensan la "alineación" sobre la integridad. No hemos reemplazado los viejos sistemas. Los hemos rebrandeado.
Esto no se trata de adoptar completamente el TradFi o de quitarle el filo que hace que las criptomonedas sean interesantes. Madurar no significa venderse. Significa hacer preguntas más difíciles. Elegir caminos más lentos. Construir sistemas que puedan sobrevivir sin nosotros.
Cómo se ve la madurez: – Principios sobre personalidades – Diseño a largo plazo sobre dopamina a corto plazo – Crítica abierta sobre lealtad ciega a un "equipo" No es glamuroso. Pero es necesario.
He permanecido aquí tanto tiempo porque todavía creo. En los constructores. En las herramientas. En el potencial. Pero la creencia no es suficiente. Es hora de que las criptomonedas dejen de imitar el mundo que se propusieron reemplazar y comiencen a construir algo que realmente pueda perdurar.
Menos atajos. Más estándares. Menos showmen. Más administradores. Menos "narrativas". Más prueba de trabajo. Es hora de madurar.
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