No habrá una nueva generación de editores "indie" y pequeñas editoriales "basadas". Se está intentando. Fallará. Quizás rápidamente, más probablemente lentamente y con algunos éxitos notables que retrasen lo inevitable por un tiempo. Pero fallará. Los autores aprenderán a auto-publicarse y prosperar, o el comercio de libros morirá. Aquí está el porqué. Todo el contenido anti-blanco (eufemísticamente llamado "wokeness") no mató a la publicación. Solo se infiltró porque la publicación tradicional ya estaba muriendo. Lo que sucedió fue que cuando los ingresos habían caído lo suficiente como para que los puestos de nivel inicial en estas casas editoriales ya no pudieran pagar lo suficiente para vivir en Nueva York, fueron completamente tomadas por bebés de fondos fiduciarios socialistas yanquis. Los bebés de fondos fiduciarios socialistas yanquis no necesitaban el dinero. Solo querían el prestigio que podían ganar publicando agitprop de izquierda. Nunca habrían ganado el control si la publicación tradicional no estuviera ya enferma y moribunda. Esta es la razón por la que las nuevas editoriales "basadas" fracasarán. Su marca es "no woke", pero "woke" no es el verdadero problema. El verdadero problema es que el modelo de negocio de la publicación tradicional está obsoleto, tanto económica como tecnológicamente. Ya no proporciona, a cambio de su parte del león, ningún servicio a los autores que no puedan obtener mejor y más barato en otro lugar. No los necesito para financiar mis tiradas de impresión offset, porque Amazon e Ingram me ofrecerán impresión bajo demanda hasta que sea lo suficientemente famoso como para financiarme por mi cuenta. No los necesito para darme un adelanto, porque los adelantos son un vestigio del siglo XX, y solo existen ahora como sobornos encubiertos a políticos, para libros escritos por otros que se acumularán en almacenes. Y, por lo tanto, cualquiera que necesite un adelanto para poder escribir, es alguien que no puede permitirse escribir. No los necesito para proporcionarme un editor, porque puedo contratar uno. Que trabaja para mí, no para la casa editorial. No los necesito para proporcionarme un diseñador de portadas, porque puedo contratar uno, y tener un control creativo total que los autores de la publicación tradicional en la lista A envidiarían. No los necesito para que mis libros estén en librerías, porque las librerías no son una fracción significativa del pan de un autor moderno. Ganamos con ebooks y la impresión bajo demanda de Amazon. Además, ya estoy en algunas librerías. No los necesito para financiar mis ediciones especiales, o audiolibros, porque tengo Kickstarter. No los necesito para marketing, porque solo gastan dólares de marketing en sus autores de la lista A, y aún tendría que hacer lo que ya estoy haciendo... dar a conocer en las redes sociales. Me estoy quedando sin cosas que listar. El golpe mortal es que si digo esto en una convención, los editores de la publicación tradicional no tienen una respuesta lista. Lo que tienen en su lugar es un berrinche. Los chicos de las pequeñas editoriales son más educados y menos privilegiados, con más madurez y control emocional, pero no con más respuestas. Aún hay muchos servicios asistenciales de los que los autores se beneficiarían, y podrían estar dispuestos a pagar. Pero no conozco a nadie, literalmente a nadie, que ofrezca todas las cosas que los autores necesitan, y nada que no, como parte de un paquete de publicación a un precio no explotador. Nadie, literalmente nadie, ha ideado un nuevo modelo de negocio para la publicación que sea realmente bueno para los autores en la era de las redes sociales y Amazon. La publicación tradicional subsiste meramente de autores que son demasiado ingenuos para saber esto, demasiado conformistas para rechazarlo, o demasiado ricos y contractualmente comprometidos para cambiar. Ese no es un modelo de negocio ganador. Me recuerda a una línea de Douglas Adams: La única exportación de NowWhat es la piel de boghog NowWhattiana, que nadie en su sano juicio querría comprar porque es delgada y muy filtrante, y el comercio de exportación solo logra sobrevivir gracias al número significativo de personas en la Galaxia que no están en su sano juicio.