Mi suegro cubano mantiene su casa a 20°C en Florida. Quema unidades de aire acondicionado y paga enormes facturas de electricidad. No le importa. Cuando vivía en Cuba, no había aire acondicionado para los plebeyos. Cuando escapó a América, vio el aire acondicionado como - sí - la mágica caja que enfría. Increíble. No le importaba lo que costara, esto era RIQUEZA. Esto era el avance de la humanidad. Esto era lo más genial de todos los tiempos. Desde entonces, ha gastado enormes sumas de dinero para disfrutar al máximo de su mágica caja que enfría. Si un comunista viniera por su aire acondicionado, creo que iría a la guerra. Para él, esto es un símbolo de América. Aquí, cualquiera puede tener la mágica caja que enfría. Aquí, cualquiera es libre de pagar por ello. No pises su aire acondicionado.