1. Los hombres solo pueden ser gobernados por afirmaciones dogmáticas 2. Las afirmaciones dogmáticas no reflejan bien la realidad Entonces, básicamente, toda ideología dominante debe estar separada de la realidad, por necesidad (de lo contrario, nunca puede gobernar) Con el tiempo, la brecha solo crece, lo que resulta en un colapso

La primera generación de gobernantes puede tener en cuenta que existe esta brecha entre la realidad y el dogma ("sí, el dogma lo dice, pero en realidad..."). La segunda generación no lo hará. La segunda generación es en realidad mucho más dogmática y, de una manera estúpida, ve cualquier matiz como una alta traición

A medida que el dogma se vuelve cada vez más rígido, refleja la realidad cada vez peor. Con el tiempo, se separa por completo de él, y la brecha se vuelve imposible de ignorar, debido a los amargos fracasos que la rodean Para no notarlo, debes ser un tonto o un hipócrita

Las élites gobernantes tienen muy pocos tontos, en realidad. Casi todos allí tienen una inteligencia promedio o superior. Las excepciones son raras. Y, como la absorción en la élite depende de no darse cuenta de que el dogma es falso, la cuarta generación estará formada por los hipócritas