Alguien hizo esto. No solo quiero decir que alguien se puso frente a una cámara. Quiero decir que alguien operó esas cámaras. Alguien montó el escenario. Alguien posicionó cuidadosamente los micrófonos. Alguien colgó las luces. Y alguien lo editó todo, luego vio lo que tenía y dijo... "Sí. Esto." Y luego se fue a casa sintiéndose satisfecho y realizado. ¿Por qué estaban todos tan desilusionados? Consecuencia de la tecnología. Todo el siglo XX fue moldeado por el hecho de que su tecnología de comunicación principal era de uno a muchos. Transmitir, pero no recibir. Esto permitió que un pequeño número de personas adineradas manipulara a las masas creando una ilusión de consenso, sí.... Pero también aisló a todos en el extremo de "transmitir" del proceso de la retroalimentación. ¿Cómo podría ser de otra manera? La televisión no tiene "recibir". Así que todas las personalidades de la televisión, todas las cabezas parlantes, todos los Jon Stewarts del mundo, existieron en una especie de burbuja donde la única retroalimentación que alguna vez presenciaron provenía de, o a través de, sus compatriotas. Aquí vemos el resultado final de ese proceso: un hombre completamente desconectado del mundo al que habla como su única y exclusiva profesión. Un hombre que imagina que sus opiniones y sentimientos son tan importantes que grabará un berrinche vagamente acompañado de música, sin otro mensaje que "Jon Stewart está molesto", y espera ser tomado en serio. Jon Stewart probablemente ha pasado su vida completamente ajeno a cómo su carrera, sus opiniones e incluso su propia personalidad son todas consecuencias directas y deterministas de cómo funcionan la tecnología de un tubo de rayos catódicos y una señal de transmisión. Jon Stewart piensa que las opiniones de Jon Stewart importan, porque la gente lo escucha. No es consciente de que es simplemente un hombre que fue seleccionado para ocupar una silla frente a una cámara y leer líneas escritas para él, o al menos aprobadas, por los hombres que poseen la infraestructura de uno a muchos. Jon Stewart, en otras palabras, era un producto corporativo, diseñado, empaquetado y vendido por una empresa, para servir a sus objetivos financieros y políticos. Entonces, ¿cómo podría esperarse que tuviera una visión precisa del mundo cuando ni siquiera entiende las fuerzas que han moldeado su propia vida? Los vientos del consenso cultural han cambiado, y un Jon Stewart homínido se encuentra, semi-erguido, en la sabana, agitando un garrote de fémur de cebra hacia el cielo y maldiciendo a los dioses por haber volado su choza de hierba. Está enojado porque la fama, la fortuna y la influencia de su grupo están siendo arrebatadas, porque no entiende que estas cosas nunca fueron realmente suyas. Simplemente fueron prestadas, por otros, porque servía a sus propósitos hacerlo.
Kevin Dalton
Kevin Dalton22 jul, 12:41
La respuesta de Jon Stewart a la cancelación de "The Late Show with Stephen Colbert" por parte de CBS es tan incómoda y terrible como cabría esperar.
61,28K