Hacer ejercicio mientras estás lesionado es un hermoso pero performativo baile entre tu ego y tu cuerpo. Te lastimas. Piensas que puedes seguir adelante. Tu cuerpo dice que no puede. Ignoras la señal, y tu cuerpo se lesiona aún más tratando de compensar sus deficiencias, intentando cumplir con el estándar que tu ego estableció. Y así, la recuperación se alarga. Escrito con un flexor de cadera distendido y dos isquiotibiales tensos.
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