Alegría Todos estamos aquí por una razón más grande que nosotros mismos. Cada uno de nosotros ha invertido un inmenso tiempo, esfuerzo y oportunidades de vida en este empeño. Hemos sacrificado momentos con nuestras familias y amigos, llevado nuestras esperanzas y sueños hacia lo desconocido, y elegido trabajar en algo cuyo resultado nadie puede predecir completamente. Pero, ¿por qué? ¿Es solo por dinero? En parte, sí, porque lo necesitamos para sobrevivir, para cuidar a las personas que amamos, para sentirnos seguros y orgullosos. Sin embargo, si somos honestos, esa es solo una dimensión de nuestro compromiso. Bajo la superficie, hay algo más profundo que nos llama. Este trabajo representa quizás el viaje más desafiante y transformador que hemos emprendido como individuos. Hay un sentido innegable de propósito en abordar la tecnología, la usabilidad y la posibilidad de crear software que, si se hace bien, marcará una verdadera diferencia en la vida de las personas. Este viaje es, en su esencia, una búsqueda de autorrealización. Es el camino que puede brindarnos a cada uno de nosotros una especie de alegría que es difícil de describir pero imposible de confundir. Sin embargo, esa alegría no se nos da. Se gana. Surge no de lo que otros proporcionan, sino de lo que hacemos con nuestras propias manos, mentes y corazones. Y entre nosotros y esa alegría se interponen varios obstáculos que debemos enfrentar con claridad y valentía. Primero, hay quienes entre nosotros que, incluso sabiendo que podrían contribuir más, eligen no esforzarse tanto como el momento requiere. Debemos identificar este patrón, no para avergonzar o culpar, sino para ayudar a esos individuos a crecer. Y si el crecimiento no sigue, por el bien de todos, debemos estar dispuestos a separarnos. Esto no es crueldad; es respeto por el valioso tiempo y energía que todos estamos invirtiendo. Prolongar una desalineación no le hace un favor a nadie. A veces, el acto más digno es dejar que alguien se vaya temprano, para que pueda encontrar su propio camino en otro lugar. En segundo lugar, está nuestra propia procrastinación. A veces, cada uno de nosotros cede a ella. Y si la dejamos prevalecer, miraremos hacia atrás años desde ahora con arrepentimiento. Una mejor disciplina, especialmente en esta etapa de la vida, no es opcional; es crítica. Debemos mantenernos a estándares que coincidan con la magnitud de la oportunidad que tenemos ante nosotros. Finalmente, está el mercado en sí. Incluso si hacemos todo bien—trabajamos doce horas al día, construimos con cuidado, enviamos con urgencia—no podemos controlar completamente cómo responde el mercado. El mundo exterior se mueve rápido y juega según sus propias reglas. Lo que podemos controlar es cómo elegimos competir, qué mercados perseguimos y cuán resilientes somos cuando surgen contratiempos. Trabajar en lo que nos trae alegría es costoso. Pagamos por ello con tiempo, atención, energía y las partes de la vida que dejamos de lado para hacer este trabajo. Dado que todos hemos elegido hacer esa compra, se lo debemos a nosotros mismos—y a los demás—gastar nuestra inversión sabiamente. Para mí personalmente, el trabajo de guiar, moldear y proteger esta alegría para todos aquí es mi trabajo y mi responsabilidad. No busco ningún estatus o hito particular para mí, aunque esos son a menudo subproductos de un trabajo significativo. Para mí, "Hiperspacio" podría ser simplemente leer un libro y sentir alegría en la soledad del aprendizaje—y podría hacer eso sin cesar durante décadas. Pero para ti, y para todos nosotros como equipo, esta empresa, esta misión y este desafío representan una oportunidad rara de trabajar en algo que exige todo lo que tenemos para dar. Esa es la razón por la que estoy aquí. No experimentarás alegría si evitas desafíos profundos. La alegría no surge de la comodidad o la complacencia. Viene de estirarte, de esforzarte, de preocuparte profundamente por algo incierto y difícil. Eso es lo que "Hiperspacio" proporciona. Y si enfrentamos este momento plenamente, con disciplina, valentía y curiosidad incesante, encontraremos el tipo de alegría que hace que cada sacrificio valga la pena. (un ensayo que compartí con mi equipo, pero también lo comparto aquí con el equipo más grande que está ejecutando un nodo pacientemente durante un tiempo)
5,18K