El mundo es mucho más horrible y mucho más hermoso de lo que creía cuando era joven. Más horrible porque la mayoría de las estructuras de poder están traicionando activamente sus objetivos declarados. Más hermoso porque los principios cooperativos están mucho más arraigados de lo que había imaginado.
Para decirlo de otra manera: casi todos los agentes están mucho más traumatizados de lo que esperaba cuando era más joven, lo que los lleva a un comportamiento malvado "banal". Pero *es* el trauma el que impulsa ese comportamiento: el mal (casi siempre) no es fundamentalmente una diferencia de valores, sino más bien un error.
Más concretamente: - Muchos gobiernos occidentales están socavando activamente la democracia en nombre de la democracia (y la mayoría de los gobiernos no occidentales actúan de manera aún más perversa) - Muchos campos académicos están suprimiendo activamente las ideas más importantes de su disciplina (por ejemplo, son pizarras en blanco o se oponen profundamente a la civilización). - Muchos movimientos políticos están tan impulsados por el miedo que causan los problemas que dicen querer prevenir (por ejemplo, ambientalismo, justicia social, facciones autoritarias). - Muchas personas pasan toda su vida saboteándose a sí mismas. Pero por otro lado: - las personas pueden diseñar poderosas intervenciones psicoculturales que duren siglos (por ejemplo, religiones) - la capacidad humana de coraje e integridad es mucho mayor de lo que solía ser capaz de conceptualizar - nuestros antepasados forjaron el mundo moderno para nosotros frente a las dificultades que todavía me cuesta imaginar experimentar - Muchos principios morales se salen de la teoría de juegos y se aplican a escalas muy diferentes. - El espacio de las mentes posibles es vasto y hay espacio para que la humanidad crezca en direcciones y alcances que apenas podemos comprender hoy
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