Me sorprende que algunos encuentren impactante mi rechazo a los llamamientos a la "soberanía" monetaria, ya que no pido más que que los argumentos a favor de la provisión o control estatal de los medios de intercambio sean justificados en los mismos términos de bienestar público que se utilizan para justificar otras iniciativas gubernamentales. 1/

Los llamamientos a la "soberanía monetaria" son un mero recurso: un intento de hacer que una noción medieval sustituya a argumentos reales que indican que algunos o todos los medios de intercambio califican como "bienes públicos", son monopolios naturales, o de otro modo no pueden ser proporcionados de manera segura por el sector privado. 2/

No estoy _afirmando_ que el gobierno no deba tener nada que ver con el dinero. Estoy rechazando la opinión opuesta, a saber, que el control estatal del dinero es un prerrogativa soberana que no puede ser cuestionada. En las democracias modernas, no existe, o no debería existir, tal cosa.