Tengo una teoría sobre por qué todo tipo de textos "intelectuales" se están volviendo cada vez más grotescos e ilegibles. Eso se debe a que un autor intenta protegerse de todo tipo de objeciones estúpidas (o de mala fe) que va a recibir después de la publicación.

Así que, intenta sobreexplicarse, de manera preventiva. El problema es: nadie quiere leer estas sobreexplicaciones, no aportan nada a tu alma y mente. En su mayor parte, estas largas y matizadas discusiones sobre argumentos estúpidos (o simplemente deshonestos) son aburridas, poco interesantes.

Mi consejo no es tanto ignorar las críticas, sino ser selectivo al respecto. Muy, muy selectivo. Puedes responder a los críticos, puedes debatir sus objeciones PERO sé exigente. Elige objeciones interesantes, significativas e importantes a las que responder, y simplemente ignora el resto.