"Creer en algo" ya no funciona Este último resurgimiento de NFT y los cánticos nostálgicos de los OG instando a los recién llegados a "esperar, no entiendes lo salvaje que puede llegar a ser"... me hizo pensar. No solo sobre el estado actual de los NFT, sino sobre la mecánica más amplia de la creencia en los mercados de criptomonedas. Específicamente, me trajo de vuelta a una frase que una vez definió ciclos enteros: Cree en algo. Era más que un eslogan. Fue un grito de guerra que capturó el espíritu de las primeras criptomonedas: una época en la que la convicción direccional era rara, el tribalismo era recompensado y tomar una decisión, cualquier elección, era mejor que quedarse al margen. Pero aquí está el problema: no creo que esa frase funcione más. Peor aún, creo que engaña silenciosamente en el entorno actual. Semánticamente, "creer en algo" es abierto. No exige precisión, solo compromiso. Sugiere que la creencia, en sí misma, tiene valor, independientemente de hacia qué se dirija. Pero en la práctica, la frase siempre ha tenido una implicación tácita: no significa creer en nada, significa creer en esto. Esa ambigüedad fue útil en ciclos anteriores. En ese entonces, la opcionalidad de las criptomonedas era baja. Solo había un puñado de apuestas viables. Entonces, cuando alguien dijo creer en algo, fue un silbato para perros para lo que todos ya sabían: todos estamos rotando en el mismo oficio. La liquidez no tenía a dónde ir. La creencia tenía enfoque. Y ese enfoque creó manías. Pero el mercado actual es diferente. La opcionalidad ya no está restringida, está explotando. NFT, ALT, memecoins, DeFi, DePIN, AI, etc. Cada rincón del ecosistema tiene su propio nicho, sus propios creyentes y su propio fondo de liquidez. En ese tipo de entorno, creer en algo se vuelve contraproducente. Fragmenta la atención y astilla el capital. Todo el mundo cree... Pero todos creen en otra cosa. Es por eso que aún no hemos visto una manía singular y dominante en este ciclo. No es porque la gente no sea optimista. Es porque su creencia está distribuida. En un mercado definido por la hiperelección, la creencia sin dirección conduce a la difusión, no a la concentración. Y sin concentración, no hay un ciclo de retroalimentación de exageración, FOMO y reflexividad. solo focos de entusiasmo localizado. Si queremos ver una vertical en toda regla, una verdadera supernova de liquidez, el meta necesita pasar de creer en algo a creer en ESTO. No metafóricamente. Literalmente. ESTO debe ser claramente identificable. Un nuevo sector, una nueva primitiva, una nueva historia. Porque solo entonces la atención y el capital pueden sincronizarse. Solo entonces entra en juego la reflexividad. Solo entonces obtenemos el tipo de locura coordinada que marca a todos los grandes trompos. No hay nada más hermoso que un nuevo meta en el apogeo de su manía. Por un breve momento, todos ven el mismo "esto". Y por una vez, todos creen en ello juntos. Esperemos que lo consigamos antes de que termine el ciclo.
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